Seguidores

sábado, 17 de marzo de 2012

never be alone

Confiar en alguien me enseñó a no confiar en nadie. Reír, disfrutar, enloquecer, perder la cordura, ser feliz. Todo esto me llevó a llorar, a entristecerme, a perder las fuerzas por todo, a desilusionarme.
Me marchitaron las esperanzas de ser feliz, de conseguir mis metas, mis sueños. Pisotearon lo que construí, pero también lo que deseaba construir con todas mis ilusiones. Fue así como lentamente todo el mundo se caía encima de mi pequeño cuerpo, como cada día me costaba más esfuerzo levantarme, es más, temía que sonara el despertador; sabía que el día de hoy sería peor que el anterior.
Y así conseguían que cada sonrisa se convirtiera en una fría lágrima,eran felices así, tratando de romper cada mínima ilusión que depositaba en algo, tratando de hacer de mi mundo un universo gris y oscuro. Pero entonces aparecía él con su sonrisa, con ese abrazo, con esas ganas de disfrutar la vida minuto a minuto, de ser feliz, de dejar todo atrás y mirar lo que nos queda por vivir; aparecía él y me hacía renacer, olvidar. Me enseñaba a volver a vivir aunque fuera solo un instante, aún a sabiendas de que esa sensación de soledad, de querer acabar con todo volvería con su ausencia. Aún así conseguía robarme la más sincera sonrisa.

Y de repente me da por pensar, por pensar en lo que nos queda, en la juventud que poseemos, en que si queremos podemos tener todo si así lo deseamos. Escaparnos, escaparnos algún paraje precioso, perdido, perdernos y encontrarnos abrazados. Simplemente dejarnos llevar, que todo suceda, que el tiempo no sea el enemigo que nos acuse de este amor. Amor fugaz, amor eterno, que el destino ponga la fecha límite o mejor, que no haya un límite establecido.
Fue así como todo mi mundo cambió, como de una lágrima, a lo largo de los 6 meses, me enseñó a sonreír, a dejar un pasado fustrado allí a lo lejos y que, ahora, cuando lo recuerde no me duela. Sólo él fue capaz de aguantar al borde del precipicio los fuertes vendavales, él, fue él, con el que espero seguir sintiendo cada momento.
Que pase el tiempo... Que pase el tiempo junto a ti.

De él aprendí que los sueños si pueden hacerse realidad, que merecen la pena unas lágrimas por una eternidad de sonrisas juntos.
A veces se gana, otras se pierde... Y yo, perdiéndote gané, lo gané a él.

1 comentario: